Once habitaciones del Hospital Infantil han tomado personalidad propia: dragones, perros, gatos, aviones de papel, gimnastas, jirafas y un largo etcétera de personajes han invadido sus paredes llenando todo de luz y color. ¿Los responsables? La asociación sin ánimo de lucro Believe in Art que mejora la estancia hospitalaria y su entorno físico a través de la creación artística y cultural.

Believe in Art está formado por médicos, enfermeras, artistas, profesores, gestores culturales, pacientes, familiares y cualquier persona que quiera colaborar con M.ª Luisa Grau y Beatriz Lucea, quienes fundaron esta asociación hace un año y medio tras conocer la vinculación que existe entre arte y salud.
«No podemos curar a los pacientes pero sí hacer que todo tenga un poco más de color, un carácter menos impersonal, tanto para los niños como para los padres, que sufren una alta carga emocional», destaca M.ª Luisa Grau.
Agnes Daroca, Arantxa Recio, Coco Escribano, David Guirao, Gema Rupérez, Julio Antonio Blasco, Noemí Calvo, Sergio Muro, Pedro Anguila & Pedro Etura, Estefanía Abad, Gabriela Mallea y Lorena Domingo son los trece artistas, que hasta el momento, han personalizado las habitaciones. «Pensamos qué queremos hacer y buscamos un artista que encaje. La respuesta es muy positiva y a veces es el propio artista quien se ha puesto en contacto con nosotras para participar», asegura Grau.

Agnes Daroca confiesa que se sintió entusiasmada al conocer el proyecto y que eligió una habitación del Área de Quemados por ser una de las zonas más duras. «Fueron tres días muy intensos en los que sentí que mi trabajo servía para algo, para entretener a los niños y que se sintieran protegidos por mis peces corvados».
Actualmente, los niños, padres y personal sanitario que lo deseen pueden participar en el mural colaborativo que se está desarrollando en las zonas comunes de Cirugía Pediátrica y que estará terminado en Navidad.
Además de dibujar sonrisas a través de la pintura, Believe in Art organiza talleres como el pase especial del Festival Internacional de Cine para Niños y Jóvenes (Divercine) o los talleres organizados por los museos municipales de Zaragoza y por el Museo de Zaragoza, que desarrollan el potencial creativo de los pacientes y normaliza la experiencia de vida en un centro hospitalario.

«Ellos me han aportado más a mí que yo a ellos. Conocer a niños que luchan contra la enfermedad y que tienen ganas de hacer cosas, te hace reflexionar sobre lo egoístas que somos a veces», asegura David Guirao, quien colaboró en un taller de ilustración.
Tanto los artistas que pintan las habitaciones como los que imparten los talleres, lo hacen de forma altruista. Es la asociación quien se hace cargo de los gastos de la actividad gracias a las donaciones y a las cuotas de los socios (10 euros anuales).
Por Leyre Beazcochea
Qué buena iniciativa.
¡Nos alegramos de que te guste! 😉
Enhorabuena por la iniciativa!